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Se trata de una técnica quirúrgica altamente avanzada, no excesivamente agresiva -aunque la recuperación es molesta- y de resultados espectaculares.
Conviene aclarar que la liposucción no sirve para acabar con el problema de la obesidad, sino para recuperar las formas corporales ocultas por cúmulos de grasa localizados: pistoleras, vientre, caderas, espalda y, en ocasiones, parte interna de los brazos. La liposucción, lipoaspiración o lipoescultura consiste en introducir una cánula de diámietro finísimo (de 2 a 3 mm) conectada a una especie de aspirador que succiona las células grasas hasta acabar con el cúmulo. A partir de este principio básico, existen dos variantes:
- La liposucción convencional rompe las células grasas y las absorbe. Su principal inconveniente es que puede dañar también los tejidos circundantes y que, en ocasiones, la superficie de la piel no queda uniforme.
- La liposucción ultrasónica disuelve la grasa a través de las vibraciones que un generador produce en la cánula. Hecho esto, la grasa se aspira. Al disolverla en lugar de romperla, los resultados son más uniformes. Sin embargo, hay cirujanos reacios a utilizarla porque existe el riesgo de producir quemaduras, un riesgo que sus defensores consideran inexistente siempre que el generador trabaje a una intensidad de 22.000 hercios y se aplique con la cánula en posición siempre paralela a la superficio de la piel.
Pero, además, hay otros datos que conviene que tengas en cuenta:
- Generalmente se utiliza anestesia local o epidural en función de la cantidad de grasa que haya que extraer.
- La intervención no deja cicatrices, ya que la cánula es tan fina que con un punto de sutura es suficiente.
- El postoperatorio nunca es doloroso, pero sí relativamente molesto, ya que obliga a llevar durante un mes aproximadamente una faja de compresión -lo que determina que no sea aconsejable someterse a ella durante el verano-, y a seguir un tratamiento prescrito por el especialista.
En cuanto a los precios, ningún cirujano cuenta con tarifas fijas. La factura variará muchísimo en función de las características de la intervención y de si es preciso combinarla con otras técnicas como, por ejemplo, estiramientos de la piel o reforzamientos musculares.
Postoperatorio: Tras la intervención, muchos cirujanos envían a sus pacientes a centros de estética para aliviar las posibles molestias y mejorar los resultados de la operación
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