viernes, abril 26, 2013

Los "crecepelo"

Si te tienta el último look de las pasarelas, deja que la naturaleza o la técnica hagan crecer tu pelo hasta la cintura.

Coletas multicolores.
Moja el pelo y aplícale una crema grasa para nutrirlo y darle aspecto de mojado. Péinalo hacia atrás y divídelo en diferentes mechones en la parte superior (uno central y dos a cada lado). Ata cada uno de los cinco en la raíz con una goma de colores y, a medida que vas bajando, únelos con cuerdas también de colores. Si tienes el pelo largo, termina con una coleta; si no, puedes ponerte un postizo unido a la base, a la altura de la nuca, con gomas multicolores. Aplica un poco de spray en las puntas para dejar el pelo brillante.

Pelo rasta africano.
Alisa primero tu pelo natural con un toque de laca. A continuación enrolla un postizo de trenzas, con la forma de una minifalda de flecos, y recoge tu pelo y las trenzas desordenadamente, en una coleta alta mal hecha. Las trenzas de la parte alta de la cabeza se cruzan entre si, dejando caer algunas a los lados para crear un volumen desordenado. Para el toque final, ata algunas perlas grandes de colores aquí y allá.

Tela de araña.
Si no tienes una melena leonina, prueba con este peinado para sacarle partido al pelo corto. Peina bien el pelo hacia atrás con un poco de gel y haz unas seis rayas verticales (partiendo de la frente hacia la nuca), y cuatro horizontales (de oreja a oreja). Ata cada mechón con tela o cuerda, intentando mantener la misma distancia entre unos y otros. A partir de la nuca deja el pelo suelto o haz unas trenzas muy finas. Pinta las raíces de blanco para resaltarlas.

Estilo mexicano.
Haz una raya en medio y aplasta el pelo con un poco de gel. En la parte delantera adhiere unos mechones postizos. Con ellos y un poco de pelo propio, haz un par de trenzas a los lados y deshazlas al cabo de un tiempo, cuando pelo esté ondulado. Con el resto de tu cabello haz una trenza trasera y rodea con ella la trenza postiza, previamente sujeta a la base del pelo. Unos aros fluorescentes, sujetados con horquillas o cosidos, completan este look.

Trenzas de raíz.
Moja el pelo con un gel para manejarlo mejor. Divídelo en cinco filas y haz una trenza de espiga con cada uno de los mechones a lo largo de la cabeza. Si tu pelo no es muy largo, engancha con horquillas mechones de pelo postizo a las puntas de las trenzas. Si tienes una melena larga, deja el pelo suelto a partir de la nuca y alísalo con unas pinzas calientes. Para resaltar las filas, pinta la raíz de blanco.

miércoles, abril 24, 2013

Antes de entrenar...¡come bien!

Seguro que, después del parón de Navidad, vuelves al gimnasio o a los entrenamientos para estar en forma, ¿verdad?. Antes de que lo hagas, es importante que tengas en mente unos consejos que queremos darte.

Algunas personas piensan que es importante presentarse al entrenamiento estando bien nutridos y por lo tanto, poco antes de la sesión toman barritas energéticas, terrones de azúcar y hasta panecillos.

Si es un error llegar al entrenamiento en ayunas de varias horas, lo es también llegar con la digestión en curso: se pueden tener, en efecto, problemas de estómago (pesadez, nauseas o vómitos) o también molestias generales (mareos, pérdida de las fuerzas), especialmente si el entrenamiento es fuerte.

Las comidas principales, por tanto, deben ser distantes de algunas horas del inicio de la sesión (por lo que respecta a la duración mínima de este intervalo en cualquier caso, son diferentes entre uno y otro individuo, pero normalmente es mejor que sea de al menos dos horas y media); es conveniente poner atención también a su composición.

Se debe escoger atentamente lo que hay que consumir en el desayuno cuando se practica deporte por la mañana y la composición de la merienda si se entrena antes de cenar. Si la sesión es por la noche, valen para la cena los mismos consejos que se dan para la comida cuando la sesión es a primeras horas de la tarde.

La comida que precede el entrenamiento
Debe estar compuesta de fibras fácilmente digeribles. Quedan excluidas las grasas: ya que estas de por sí necesitan mayor tiempo para su digestión y, además, alargan el tiempo de permanencia a los alimentos que son mezclados con ellas. Debemos eliminar los siguientes alimentos antes de entrenar:

· las grasas fritas y cocidas por mucho tiempo;
· los fiambres;
· las carnes grasas;
· los guisos;
· de las grasas verdaderas (mantequilla, margarina, aceite) se permite una cantidad mínima, dando la preferencia al aceite de oliva extra virgen crudo.

También la cantidad total de alimentos debe ser modesta. Sobre todo si se debe tener la sesión en un breve intervalo de tiempo, es preferible consumir un sólo plato, o sea, solamente el segundo (por ejemplo de carne muy magra, de jamón serrano al que se le habrá quitado previamente la grasa, de quesos mixtos) o, mejor aún, solamente el primero (pasta o arroz blanco, con aceite y queso, o también con tomate fresco). Antes o después se puede también tomar un plato de verduras crudas o cocidas.

El desayuno

Si el entrenamiento tiene lugar en la primera parte de la mañana, es conveniente que el desayuno no comprenda café con leche ya que necesita mucho tiempo para la digestión. Es preferible que esté constituido por:

· una rebanada de pan o tostada con mermelada;
· una bebida a escoger entre té, café, o leche descremada;
· yogures naturales.

La merienda
Si el entrenamiento tiene lugar al final de la tarde, una hora y media antes se puede tomar la merienda constituida por:

· fruta fresca (que en cambio es preferible no consumir al final de la comida cuando el entrenamiento sea a primeras horas de la tarde);
· o también un poco de pan con mermelada o miel;
· una barrita específica para los atletas.

En la hora que precede al entrenamiento
Se debe evitar tomar bebidas o alimentos con mucha sacarosa (el azúcar normal de cocina o bar, blanco o marrón): se arriesga el sufrir una bajada de glicemia (o sea la tasa de glucosa en la sangre), con sensaciones de debilidad general y de músculos vacíos. Por lo tanto va absolutamente excluida la costumbre, que existía en el pasado y que alguno conserva todavía hoy, de tomar un puñado de terrones de azúcar antes del entrenamiento: todo lo más se pueden consumir tabletas de fructosa, un azúcar que no provoca bajada de la glicemia