lunes, febrero 04, 2013

El colesterol

Una alimentación rica en grasas, el sedentarismo, el tabaco, el estrés, ... Todos éstos son factores que contribuyen a aumentar el riesgo de padecer enfermedades coronarias.
Un factor preocupante de nuestra salud

El colesterol es una sustancia que, normalmente, se encuentra en la sangre de todas las personas, tal como muchas otras (proteínas, glucosa, urea, etc.), pero si aumenta su concentración existe el peligro de que contribuya a dificultar la circulación de la sangre, y, a la larga, producir enfermedades vasculares graves.

En relación con este problema encontramos, en sangre, dos tipos de colesterol: LDL (lipoproteínas de bajo peso molecular) y HDL (lipoproteínas de alto peso molecular).

El LDL-colesterol, es popularmente llamado "colesterol malo", ya que se deposita en la pared de sus arterias, pudiendo causar obstrucción. Por lo tanto, cuanto mayor es el nivel de LDL- colesterol en sangre, mayor es el riesgo de enfermedad arterial coronaria. En contraste, el HDL-colesterol, algunas veces llamado "colesterol bueno", ayuda a su cuerpo a evitar la obstrucción arterial.

Así, debemos intentar tener niveles de HDL-colesterol elevados junto a valores bajos de LDL -colesterol.

¿Qué podemos hacer para disminuir el nivel de colesterol en sangre?
En primer lugar, hay que consumir alimentos con bajo contenido en grasas saturadas. En los alimentos que contienen grasas (lípidos), éstas pueden presentarse en dos formas: saturada y no saturada. Las grasas saturadas elevan su colesterol más que cualquier otro alimento. Se encuentran en alimentos de origen animal, como son algunos cortes de carnes rojas, aves con piel, leche entera y sus derivados.

El mejor método para reducir el colesterol es escoger alimentos con escaso contenido en grasas saturadas. Una forma de hacerlo es elegir frutas, vegetales y granos ricos en fibras y con escaso contenido graso.

También es conveniente ingerir alimentos ricos en glúcidos complejos y fibras. Los alimentos ricos en almidones y fibras son excelentes sustitutos de las dietas con elevado contenido en grasas saturadas. En este grupo incluimos harinas, cereales, granos, frutas y vegetales, todos ellos con muy bajo contenido de grasas saturadas y colesterol, además ricos en vitaminas y minerales.

Y, cómo no, el ejercicio ayuda a disminuir el nivel de "colesterol malo" (LDL) y elevar el "colesterol bueno" (HDL). Mantenerse activa también te ayudará a perder peso, disminuirá tu presión arterial, mejorará tu acondicionamiento cardiovascular y disminuirá el estrés.

Comprando comida sana
Debes intentar aumentar el contenido de vegetales y disminuir los alimentos grasos de la comida diaria. Y en cuanto al pescado, éste es rico en ácidos grasos monoinsaturados y es un alimento que ayuda a regular el colesterol plasmático y previene la arteriosclerosis.

Son preferibles los pescados azules, ya que son ricos en ácidos grasos omega-3. También alimentos sanos los pescados blancos, siendo recomendable que comas pescado al menos dos veces a la semana.

La leche entera y sus derivados (mantequilla, yogur y quesos) son ricos en grasas saturadas. Por ello, es preferible comprar la leche y sus derivados desnatados. Como solución intermedia están los productos semidesnatados.

La clara de huevo es rica en proteínas y pobre en grasas y colesterol, por lo que puede consumirse con libertad. La carne es rica en grasas saturadas, por lo que debería evitarse. Este hecho es especialmente cierto para la carne roja, carne de cerdo con grasa y la carne de cordero. Si compras carne, ésta debería ser magra de ternera, lomo de cerdo o carne de conejo. No debería comerse carne más de dos veces a la semana y, a ser posible, consumir filetes pequeños y completar el resto del plato con verduras, ensalada y patatas.